CRONICA DEL 1 DE MAYO EN ZARAGOZA

El 1º de Mayo, Alianza Nacional tenía una cita en Zaragoza para celebrar la Fiesta del Trabajo. Con ese fin, anunciamos legalmente –ante la Delegación del Gobierno en Aragón- la convocatoria de una manifestación seguida de un acto político. Tras ser autorizada expresamente esta convocatoria, mediante Resolución de la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza, notificada el día 16 de abril, se nos comunica la anulación de dicha autorización y la consiguiente prohibición de la manifestación y del acto político. Y esto por medio de una nueva Resolución notificada el día 28 de abril. El argumento para la prohibición es escandaloso: la posibilidad de alteración del orden público ante la solicitud de contramanifestación por parte de la Plataforma Zaragoza Antifascista.

La interposición del correspondiente recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón resultó infructuosa pese a la diligencia de nuestro Procurador, ya que la Sala le comunicó, a las 11:15 horas de la mañana del día 30 de abril, que quien escribe esta crónica debía comparecer en la sede del Tribunal -en mi condición de promotor del acto y de representante legal del Partido- a las 13:00 horas de ese mismo día, a pesar de conocer que resido en Madrid. Ante la imposibilidad de comparecer a esa hora, se archivó el recurso.

Es evidente que el Tribunal no quería sustanciar nuestro recurso, avalando así, sin necesidad de pronunciarse, la prevaricación cometida por la Subdelegación del Gobierno.

Pero, ni la tropelía de la autoridad gubernativa, ni el papel de comparsa del Tribunal, nos iban a hacer desistir de nuestro propósito. Nuestra convocatoria se mantuvo mediante un comunicado publicado en nuestra Página, en la noche del 29 de abril, en previsión de una nefasta actuación judicial.

Era evidente que la manifestación había sido abortada, y que este hecho, en la víspera de la fecha de celebración, podía producir desánimo o, cuando menos, desconcierto en nuestros militantes y simpatizantes. Sin embargo, la respuesta fue ilusionante y reveladora. Más de un centenar de aquéllos, procedentes de varias provincias, secundaron la convocatoria. Acudieron con una magnífica disposición de ánimo y con disciplina, dispuestos a afrontar lo que deparara aquella jornada, el enfrentamiento con los antifascistas, la actuación policial o las posibles detenciones.

Tras concentrarnos en un punto determinado a las afueras de la Ciudad y recibir información del despliegue policial, emprendimos la entrada en aquélla con el fin de llevar a cabo el acto alternativo que habíamos preparado.

Sin embargo, la Delegación del Gobierno había dispuesto un fuerte control policial, compuesto por efectivos de la UIP –armados como si se tratara de detener a un comando terrorista- y de la BPI. El grueso de nuestra columna de vehículos fue interceptado, siendo retenidos hasta las 14:45 horas en que quedaron disueltas las manifestaciones de las Centrales Sindicales cipayas del capitalismo, CCOO y UGT. De esta forma, sólo una quincena de militantes lograron entrar a tiempo en Zaragoza y dar testimonio de nuestra presencia.

Pese a la frustración del acto convocado, a la injusticia sufrida y a los desplazamientos en apariencia inútiles, no hubo ni decaimiento ni decepción entre los nuestros.


Alianza Nacional muestra su reconocimiento a todos los que atendieron a su convocatoria. El esfuerzo no ha sido baldío. Hemos demostrado a los ilegítimos poderes públicos que no nos echamos atrás.

De una forma u otra, AN celebrará en Zaragoza un acto nacional para difundir un mensaje patriota y revolucionario.


NACION RAZA SOCIALISMO


Fdo.: Pedro Pablo Peña.